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• La extensión del tejido dañado
• Ubicación de la lesión
• Origen de del traumatismo: operación, quemadura, herida, marca por acné
• Orientación de la cicatriz y forma del corte
• Edad
• Tipología de piel en cuanto a su fototipo
• Calidad de cicatrización del individuo
Cicatrices hipopigmentadas
Las cicatrices hipopigmentadas destacan por su tonalidad clara como consecuencia de la carencia de melanocitos en la zona afectada. La piel es incapaz de producir nuevos melanocitos debido al traumatismo que las originó. Su apariencia es más visible en personas de piel oscura.
Cicatrices hiperpigmentadas
Su color oscuro se debe a una sobreproducción de melanocitos asociada al proceso de reparación dérmico posterior a la lesión.
Cicatrices atróficas
Las cicatrices atróficas son aquellas que presentan un hundimiento en la matriz cicatricial como consecuencia de un déficit de síntesis de colágeno.
Cicatrices hipertróficas y cicatrices queloides
Las cicatrices hipertróficas y las cicatrices queloides son crecimientos excesivos del tejido cicatricial. Este tipo de marcas debidas a un exceso de tejido fibroso tienen una apariencia rosada y pueden cursar molestias como dolor, picor o sensación de quemazón.
Como particularidad de la cicatriz queloide esta se extiende más allá de la zona lesionada, afectando también a los tejidos contiguos que no sufrieron el traumatismo causante del daño.
Estrías
Las estrías son marcas que se originan por un estiramiento o encogimiento de la piel, consecuencia de procesos como una pérdida o aumento de peso importante en un corto periodo de tiempo.
En un primer momento presentan un color púrpura que irá cambiando a blanco progresivamente. El color indica el grado de madurez de la lesión, siendo más fácil su eliminación cuando presentan un color rosado.
Suelen localizarse en la zona de mamas, abdomen, caderas y glúteos pero pueden aparecer en otras zonas menos frecuentes como brazos e incluso en el rostro.
Además de por cambios bruscos de peso, su aparición también puede estar asociada a una formación anómala de colágeno o como resultado de la aplicación de cortisona o de otros productos médicos que interfieren en la producción del colágeno propio. En ocasiones aparecen también como consecuencia de enfermedades como el síndrome de cushing o o el de Ehlers-Danlos.