Durante el embarazo el cuerpo de la mujer experimenta importantes cambios físicos y hormonales, y no siempre recupera su aspecto inicial después del parto.
Uno de los cambios más evidentes durante los 9 meses de embarazo es el aumento rápido de peso para adaptarse al crecimiento del bebé y la posterior pérdida de volumen tras el parto. Este cambio de peso tan acentuado y en tan poco tiempo puede traducirse en muchos casos en un estiramiento brusco de la dermis con la consiguiente pérdida de elasticidad y en una marcada flacidez corporal, especialmente a nivel de la tripa, el pecho, los glúteos y las piernas.
Será necesario que pasen varios meses antes de recuperar la normalidad física de nuestro cuerpo, e incluso una vez alcanzado el peso inicial antes del embarazo podemos encontramos con un exceso de piel y una pérdida de firmeza de los músculos abdominales, y con un pecho que ha perdido su volumen y se presenta descolgado.
Además de estas alteraciones corporales, que suelen ser las más evidentes, las hormonas también van a afectar al estado de la piel en general y concretamente a nivel del rostro; y mientras que durante el embarazo la mayoría de las mujeres muestran un aspecto hidratado, luminoso y uniforme, una vez que este ha finalizado es cuando pueden aparecer las diferentes alteraciones cutáneas, que a veces son de difícil solución.
Aunque muchos de estos cambios son inevitables, otros sí que se pueden controlar o por lo menos minimizar al máximo; y para ello es importante incidir en la necesidad de cuidar e hidratar al máximo y desde el primer mes la piel tanto del rostro como la del cuerpo, protegerla totalmente del sol y controlar el aumento de peso dentro de los límites establecidos por nuestro médico especialista.
Cada mujer es única, y no todos los rostros ni todos los cuerpos reaccionan de la misma manera tras un embarazo, por lo que es fundamental realizar un diagnóstico profundo y personalizado para poder adaptarnos a las necesidades particulares de cada mujer, estableciendo los tratamientos reafirmantes y reductores más apropiados según la patología desarrollada.