El término flacidez engloba una serie de cambios propios del envejecimiento, y que se manifiestan por una pérdida de tono y firmeza de la piel y del tejido muscular, debido a que las fibras de colágeno y elastina, responsables de mantener la firmeza de los tejidos, se desestructuran y se reduce su producción.
La flacidez corporal forma parte del propio proceso de envejecimiento cutáneo y es un proceso irrefrenable y continuo, que junto a la celulitis y la grasa localizada, es uno de los problemas que más preocupa a los pacientes, sobre todo a las mujeres, ya que la padecen con más frecuencia y a edades más tempranas que los hombres.
La flacidez es un problema de la piel muy habitual que se va acentuando con la edad y el envejecimiento, siendo el paso de los años una de las causas principales responsable de su aparición, aunque no es la única, ya que la genética también va a desempeñar un papel fundamental.
La pérdida de elasticidad de la piel puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque las zonas más comunes son:
- Glúteos y banana subglútea
- Muslos, sobre todo a nivel de la cara interna
- Abdomen
- Cara interna de brazos
- Rodillas
- Pechos
Es importante realizar un correcto estudio del paciente para poder identificar los motivos responsables de la aparición de la flacidez, y establecer así la necesidad de incorporar el ejercicio, una dieta rica en proteínas y una correcta suplementación, a su rutina diaria.