Cómo ponernos a punto después del verano es una de las preguntas que más recibimos en nuestra clínica. En este post, os traemos los tratamientos y protocolos más convenientes para recuperarnos después de las vacaciones estivales. Precisamente durante la segunda mitad de septiembre y a principios de octubre es cuando suele irse nuestro bronceado y cuándo comenzamos a ver con más intensidad los daños quel el verano ha dejado sobre nuestra piel, incluso cuando hemos usado protectores solares. En este punto, debemos recalcar, que la mayoría de los daños de nuestra piel se se deben a los efectos del sol, y es por ello que es necesario usar un fotoprotector elevado durante todo el año, no únicamente en verano.
Sin embargo, existen otros factores como el cloro de las piscinas, los aires acondicionados o el uso de autobronceadores (que muchos de los que se protegen correctamente emplean para potenciar el bronceado) que castigan la epidermis, deshidratan en exceso y la piel pierde luminosidad y su buen aspecto. De ahí que esta época sea el momento ideal para que un experto identifique cómo está nuestra piel con un diagnóstico específico. Y es que para unos buenos resultados, lo más importante es saber cómo está nuestra piel para poder tratarla de manera personalizada y conocer las preocupaciones y necesidades de cada caso.
Porque, aunque la deshidratación es una de las causas por las que más pacientes acuden a las clínicas, también son frecuentes otros signos de fotoenvejecimiento como la aparición de venitas rotas, manchas en la piel, brotes de acné, arruguitas…
Para la recuperación post-vacacional se recomienda hacer un tratamiento de choque, realizando una exfoliación enzimática para eliminar células muertas y después un peeling químico para una exfoliación más profunda. Desde la Clínica de Medicina Estética Yolanda Albelda hemos explicado en varios post, que existen estudios que demuestran que realizar dos o tres peeling al año evitaría muchos cánceres de piel, ya que al eliminar células muertas que podrían estar alterada con lo que estaríamos previniendo la parición de cánceres futuros.
Posteriormente lo indicado es realizar una hidratación profunda de la piel. Cuando está muy dañada no es suficiente con usar en casa cremas o mascarillas, por ello es ideal recurrir a procedimientos más médicos como mesoterapia o infiltración de principios activos como ácido hialurónico, vitamina C, Silicio… que son depositados en capas más profundas de la piel mediante microinyecciones. De esa manera conseguimos nutrir la piel desde el interior.
Una vez que hemos hecho todo este protocolo, se pueden utilizar unas mascarillas específicas de factores de crecimiento revitalizantes de la piel para asegurarnos de que vuelve a estar nutrida y en condiciones óptimas para posteriormente hacer el tratamiento concreto de lo que a los pacientes les preocupa más para combatir cosas como las arruguitas, manchas solares…
Por ejemplo, si lo que se quiere es eliminar las manchas se determinará qué tipo de manchas son y se tratarán con peelings más profundos asociados a láseres de baja intensidad, siempre y cuando el experto determine que es lo conveniente, si la preocupación es un brote de acnése hará una corrección alimenticia y se aplicaría un protocolo de peelings que ayuden a frenar esos brotes de acné, si al paciente le preocupan las arrugas, se valorará si hacer un tramiento con toxina botulímica (bótox)…etc.
Así que si te preocupa la vuelta “al cole” y el estado de tu piel, no dudes en consultarnos y te asesoraremos de forma personalizada.
