Es importante precisar que existen diferentes tipos de cicatrices (tanto en pacientes oncológicos como en cualquiera) y de eso dependerá el tratamiento para su eliminación.
El motivo de que se formen unas u otras depende de la capacidad de cicatrización de la propia piel, de su fototipo, de los cuidados que recibe la herida mientras cicatriza, etc..:
– Cicatrices de evolución normal o planas: que suelen ser de tono rosado y sin relieve. En la Clínica Yolanda Albelda podemos mejorar su aspecto con un protocolo que contempla el peeling químico Nanopore (que produce una renovación celular acelerada de las capas superficiales de la piel) con Carboxiterapia (mediante pequeñas microinyecciones subcutáneas de dióxido de carbono (CO2) se consigue la regeneración de la piel) y Mesoterapia (Ácido Hialurónico y Silicio orgánico), así como láser CO2 fraccionado (combina elevadas densidades de energía y pulsos muy cortos para conseguir producir una ablación tisular con una lesión térmica mínima).
– Cicatrices hipertróficas: Son cicatrices de color rojizo y abultadas, que normalmente no se desarrollan más allá de área afectada, y que se forman por un exceso de cicatrización. En la Clínica de Medicina Estética Yolanda Albelda primero las tratamos con Carboxiterapia si están fibrosadas, y después combinamos IPL (Luz Pulsada Intensa) con una precisa inyección del corticoide Trigón Depot.
– Cicatrices queloideas: son como las hipertróficas, pero normalmente se extienden más allá de área afectada y suelen causar picor y dolor al tocar o rozar). Se tratan igual que las hipertróficas.
Si tienes alguna cicatriz que te disgusta, y quieres hacerla desaparecer, o mejorar su apariencia, pídenos cita y te asesoraremos sobre el tratamiento más adecuado para tu caso concreto.