Drenaje linfático manual

• Este masaje no debe ser doloroso, sino todo lo contrario, debe resultar agradable y relajante para el paciente.
• Se debe realizar de manera lenta y suave, respetando la velocidad de circulación de la linfa, la cual circula unas 5-6 veces más lento que la sangre.
• Suelen ser masajes que abarcan varias zonas del cuerpo, y que deben comenzar activando la circulación de las zonas sanas para “dejar espacio” para la linfa que tiene que llegar desde zonas en las que estaba “estancada”.

Cualquier paciente puede beneficiarse del DLM y está indicado para multitud de patologías, entre las que podemos destacar:

• Celulitis: al mejorar el aspecto de la piel y depurar las toxinas de la zona subcutánea, está especialmente indicado para el tratamiento de la celulitis edematosa, bien solo o combinado con otros.
• Retención de líquidos: Una de las propiedades de esta técnica es su capacidad de mejorar la contracción automática de los vasos linfáticos, ayudando a eliminar edemas y otras alteraciones derivadas de una mala circulación de la linfa, mejorando la retención específica de líquidos.
• Piernas pesadas o cansadas: Al activar el sistema linfático se consigue mejorar y aliviar las molestias asociadas a la pesadez de piernas.
• Post cirugía: muchas veces después de ciertas cirugías (liposucción, abdominoplastia, etc) se producen edemas y retenciones que tardan bastante tiempo en desaparecer, de manera que el DLM permite reducir el edema y ayuda a la regeneración de la piel y los vasos. Gracias a estos efectos se consigue una mejor recuperación con menos molestias y mejores resultados que con la cirugía por sí sola.
• Linfedemas: En un edema linfático primario o secundario, como el linfedema postmastectomía, suele aplicarse la terapia descongestiva múltiple que consiste en la realización del masaje drenante, la aplicación de vendajes compresivos y la educación del paciente en técnicas de autocuidado del linfedema.