El cuello es una de las zonas que mejor puede reflejar nuestra edad, siendo la papada o doble mentón uno de los problemas estéticos que más preocupan tanto a hombres como a mujeres partir de los 40 o incluso antes.
Cuando hablamos de papada casi siempre nos referimos a una acumulación de grasa subcutánea debajo la barbilla, pero también puede ser debida a un descolgamiento de la piel por pérdida de elasticidad o a una disminución del tono del músculo platismal, haciendo que la barbilla se descuelgue. Dependiendo del origen de su formación, determinaremos el tipo de tratamiento más indicado.
La papada suele asociarse a personas que tienen sobrepeso u obesidad, sin embargo, las personas delgadas también pueden tener este problema estético, pues el doble mentón puede aparecer por otros motivos como son: el propio proceso de envejecimiento, la genética, la sobreexposición solar, cambios bruscos de peso, el abuso del teléfono móvil o la tablet con una mala postura de cuello conocido como “text neck” o cuello roto, entre otros.
En definitiva, el denominado “Cuello Nefertiti” con un mentón marcado y una mandíbula bien definida y angulosa son rasgos que asociamos con un rostro joven y atractivo, tanto en hombres como en mujeres, siendo importante identificar cuanto antes el problema, y no olvidarnos de que el cuello es una parte fundamental de nuestro rostro, que debemos cuidar y tratar lo antes posible.