La piel del escote es más fina y frágil que la del rostro, por lo que la cantidad de colágeno y elastina que la sustenta es muy poca y además carece de glándulas sebáceas, lo que la hace más vulnerable a la pérdida de firmeza y elasticidad, a las arrugas y a las manchas.
Por otra parte, la piel del escote igual que la del cuello es la gran olvidada, hasta el momento en que suben las temperaturas y decidimos lucirlo.
El propio proceso de envejecimiento será el responsable de la desnutrición y deshidratación de los tejidos del escote, lo cual provocará la aparición de flacidez, la formación de arrugas y de manchas. Cuando hablamos de escote hablamos también de la flacidez del pecho, la cual estará condicionada por la forma, volumen y peso del mismo, y estos determinan su tendencia a sufrir más o menos flacidez, antes o después, desde el momento de su desarrollo.
Existen otro tipo de causas responsables de favorecer la aparición de todas estas alteraciones, como son la sobreexposición solar sin protección, el consumo tabaco, llevar una dieta desequilibrada, vida sedentaria, cambios de peso bruscos y falta de cuidado de la piel del escote con cosmética adecuada.
La mejor manera de retrasar el envejecimiento del escote es la prevención, actuando antes de que aparezcan los diferentes signos del paso de los años, evitando el fotodaño solar, mediante la utilización de una cosmeceútica específica para el escote que incluya una rutina diaria, y sobre todo empleando los tratamientos médico estéticos que permitan una adecuada limpieza, hidratación y exfoliación de la piel del escote.