La hiperplasia sebácea es un agrandamiento benigno del lóbulo sebáceo alrededor del folículo piloso, que se manifiesta en forma de unas protuberancias de la piel que aparecen como resultado del daño provocado por la excesiva producción de las glándulas sebáceas.
Se manifiestan como una especie de cráter con un borde exterior abombado y el centro se encuentra hundido, pueden ser de color amarillento o del color de la piel, con un tamaño de 1-4 mm, no generan picor o cualquier otra sensación de malestar. Suelen situarse en zonas ricas en sebo, como la frente y las mejillas, y el deseo de eliminarlas es por un tema puramente estético.
Se desconoce su causa de aparición, aunque es cierto que las personas que tienen una piel más grasa, el exceso de luz solar en la piel y la predisposición familiar a padecerla, influyen mucho en que se vayan manifestando en edades avanzadas.
En general las personas de mediana edad o mayores son más propensas a padecerla, lo cual está relacionado con la disminución con la edad de los niveles hormonales (andrógenos), de manera que las células de las glándulas sebáceas se van muriendo de forma lenta y como consecuencia de ello las glándulas se vuelvan más grandes, llegando a crecer hasta 10 veces más que las glándulas normales.