El microneedling es un procedimiento dermatológico mínimamente invasivo en el que se realizan múltiples micropunciones en la piel con un dispositivo mecánico que dispone de un cabezal con microagujas, y en el que se controla la profundidad a la que realizan esas pequeñas incisiones.
Mediante estas micropunciones lineales, precisas e indoloras, se consigue crear unos microcanales en la piel a través de los cuales se pueden aplicar tópicamente diferentes principios activos potentes (Ácido Azelaico, Ácido Tranexámico, Retinol, enzimas reparadoras del ADN, factores de crecimiento, antioxidantes, péptidos, Arbutina, Arginina, Zinc, Silicio, Ácido Hialurónico, etc.), que podrán penetrar hasta las diferentes capas de la epidermis e incluso hasta dermis superficial, según la profundidad a la que se realicen las micropunciones. Cuando se trabaja a menos de 1 mm logramos principalmente una mejoría en la textura de la piel y un efecto flash, mientras que cuando penetramos entre 1,5 y 2,5mm, logramos estimular la producción de colágeno mejorando marcas, cicatrices, arrugas finas, etc.
Este procedimiento es mínimamente invasivo para la piel del paciente, y no entraña ningún riesgo, ya que los canales formados se cierran al cabo de 10 minutos evitándose posibles infecciones. Es más, no es que este tratamiento agreda la piel, sino todo lo contrario, ya que gracias a la vehiculización de los diferentes principios activos a través de los microcanales formados temporalmente, podemos tratar diferentes patologías de piel (vascular, manchas, arrugas finas, cicatrices, etc.), así como mejorar el aspecto general de la piel gracias a la estimulación de la síntesis de nuevo colágeno y la reordenación de las fibras de elastina.