Los labios, una de las zonas más atractivas del rostro, junto con la región peribucal forman parte del equilibrio del tercio inferior del rostro, siendo ésta una zona donde se manifiestan tempranamente los signos del envejecimiento.
Teniendo en cuenta por un lado que es una de la zonas con mayor actividad de todo el rostro (comer, besar, reír, fumar, beber, etc.), y por otro, que la piel es muy fina con menor contenido en ácido hialurónico, de proteínas estructurales como el colágeno y la elastina, y que además carece de glándulas sebáceas, se deshidrata y envejece con mucha facilidad, con la consiguiente aparición de arrugas verticales o “código de barras” y de surcos de expresión (surcos nasogenianos y líneas de marioneta). Además, con el propio envejecimiento se producen cambios en el volumen de las mucosas, ptosis (caída) de los compartimentos grasos, atrofia y pérdida de la tonicidad del músculo orbicular de los labios y reabsorción ósea del maxilar superior e inferior.
Todos estos cambios van a provocar un envejecimiento de la región perioral que se manifiestan fundamentalmente:
- Hundimiento y alargamiento de la porción blanca del labio superior. Se pierde su forma ligeramente convexa y oblicua volviéndose más vertical, y la distancia entre la base de la nariz y el labio aumenta.
- Aparición de arrugas verticales en el labio superior o código de barras, aunque también pueden aparecer en el labio inferior. Son debidas al adelgazamiento de la piel y a la contracción del músculo orbicular.
- Surcos nasogenianos marcados debido a la flacidez del tercio medio a nivel del pómulo, y a la actividad de la musculatura facial cigomática (de la sonrisa).
- Pérdida de volumen del bermellón o mucosa labial, se pierde la línea alba (banda de color claro), se desdibuja el contorno labial y desaparece el arco de Cupido.
- Aparición de líneas de marioneta debido a la flacidez del tercio inferior de la cara y descenso de las comisuras labiales.
El envejecimiento de esta región es muy importante ya que afecta al equilibrio del rostro en general, y aunque está directamente asociado con el paso de los años, a veces algunos signos pueden aparecer tempranamente por la herencia, la genética o el estilo de vida, siendo importante realizar una medicina preventiva para evitar su aparición.
Existen otras causas que debemos tener en cuenta en dicho envejecimiento, como son:
- La sobreexposición solar: produce una elastosis importante por la disminución del colágeno y la elastina de la dermis, lo que conlleva al deterioro de esta piel y a la aparición del código de barras.
- El consumo de tabaco: ya que la nicotina provoca una deshidratación de la piel, disminuye la vascularización de la zona, ralentiza la síntesis de colágeno y elastina, disminuye los niveles de vitamina A, etc. Además, estos daños directos se suman al movimiento repetitivo de contracción de los músculos orbiculares para poder fumar.
- La propia anatomía del paciente: estructura del maxilar superior, fuerza del músculo orbicular del labio, tipo de mordida, etc.
- La pérdida de piezas dentarias o enfermedades periodontales.
- El sexo: la aparición de las arrugas verticales afecta más a las mujeres que a los hombres, ya que éstos al tener una piel más gruesa y contener los folículos pilosos de la barba, están protegidos del deterioro de esta región.