La sonrisa gingival, también llamada sonrisa alta, es aquella en la cual las encías son proporcionalmente más grandes y visibles que los dientes.
Actualmente los datos indican que aproximadamente el 10% de la población entre 20 y 30 años presenta exposición gingival excesiva, siendo más común entre las mujeres.
Hay quienes, al sonreír, muestran una cantidad de encía mayor de lo habitual y lo que para muchas personas puede ser un simple rasgo característico de su sonrisa, a otras le puede suponer un complejo.
Aunque no hay un estándar absoluto de belleza, la exposición de una pequeña cantidad de encía es estéticamente aceptable, pero un exceso puede perjudicar la armonía facial según los patrones de simetría facial. Esto ha llevado a los especialistas a intentar acotar qué se considera sonrisa gingival y qué no.
Así, por ejemplo, se considera que un hombre tiene sonrisa gingival cuando al sonreír muestra más de dos milímetros de encía; mientras que en las mujeres se considera a partir de una exposición de tres o cuatro milímetros de encía.
El origen de la sonrisa gingival puede ser muy diverso, y puede tener una solución más o menos fácil dependiendo de si es dentario, esquelético o muscular. Lo más habitual es que su tratamiento requiera de una medicina interdisciplinar que incluya odontología, cirugía maxilofacial y medicina estética.
Los tratamientos más habituales para corregir la sonrisa gingival son: cirugía ortognática, gingivectomía, ortodoncia e infiltraciones de toxina botulínica Tipo A.