Los tratamientos de cáncer causan una fuerte repercusión sobre la salud estética de la persona enferma. La piel se deshidrata, adquiere un tono cetrino y pueden aparecer manchas o rojeces incómodas.
También pueden quedar secuelas como cicatrices o marcas derivadas de la cirugía mamaria, abdomen, etc.
El debilitamiento o la pérdida total del cuero cabelludo son otros de los signos más evidentes que produce el tratamiento oncológico. Disponemos de distintos sistemas de recuperación capilar basados en nutricosmética, radiofrecuencia capilar, mesoterapias y/o tecnología nanopore, entre otros. También contamos con una unidad de micropigmentación específica para reproducir bello en aquellas zonas en las que el paciente no recupere la totalidad del pelo, tales como cejas o cuero cabelludo.