El plasma Plexer es un dispositivo médico- quirúrgico que utiliza el cuarto estado de la materia, el plasma (gas atmosférico ionizado) para sublimar el tejido tratado pasándolo de sólido a gas, consiguiendo así eliminar el exceso de piel y tensar las capas más superficiales de la piel.
Este tipo de tecnología no tiene nada que ver con los láseres tradicionales, ya que la energía plasma se basa en la ionización de los gases contenidos en el aire ambiental que rodea la piel. Debido a la diferencia del potencial electromagnético entre el manípulo del equipo y el tejido humano, se crea un pequeño arco de energía de manera que sin tocar directamente la piel actúa sobre los componentes de la epidermis, los queratinocitos, sublimándolos, logrando así mejorar de manera significativa los diferentes problemas estéticos (pequeñas arrugas, laxitud, lesiones como xantelasmas, etc.), sin provocar cicatrices ni quemaduras profundas ni hematomas.
Una vez finalizado el tratamiento el resultado es una pequeña quemadura superficial y perfectamente controlada en cada uno de los “puntos de disparo”, a modo de columnas de tratamiento, con zonas de tejido sano que ayudarán a una cicatrización más rápida del tejido lesionado. Las costras que se forman tardarán una semana en caer, y al final de este proceso aparecerá una piel regenerada y sonrosada durante las primeras semanas. Las pequeñas lesiones inducidas van a provocar una retracción inmediata de la piel tratada, al mismo tiempo que el calor generado va a producir una bioestimulación de la dermis.
