Son arrugas dinámicas de expresión que se disponen verticalmente en medio de la frente, y que dan al rostro un aspecto de cansancio y enfado.
Aunque su aparición se puede relacionar con la genética, es verdad que existen factores principales cuya combinación pueden provocar su presencia antes incluso de los 30; como son la contracción repetida y a veces involuntaria de los músculos responsables de fruncir el ceño (músculos corrugadores), la pérdida de elasticidad de la piel por el paso del tiempo con la consiguiente ralentización en la síntesis de colágeno y elastina, o la sobreexposición solar responsable de agravar este tipo de arrugas.
Es importante hacer una medicina preventiva, independientemente de la edad del paciente, y tratarlas en el momento que aparecen, ya que así evitaremos que de finas arrugas dinámicas pasen a ser arrugas estáticas o incluso surcos, que se marcan incluso cuando el paciente está en estado de reposo.