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Claves para ayudar a retrasar la aparición de la flacidez desde casa

La flacidez facial es la pérdida de firmeza y elasticidad de la piel del rostro, provocada por cambios estructurales y en la composición de los tejidos que la sostienen. Se da,   principalmente, una disminución en la síntesis de colágeno, elastina y ácido hialurónico, una pérdida en el tono de las fibras musculares, y una migración de la grasa desde el tercio medio del rostro al tercio inferior. Esto provoca un descolgamiento del rostro hacia el tercio anterior y hacia abajo, pronunciándose más los diferentes surcos de expresión y desdibujándose el óvalo facial.
Y como no es necesario superar la barrera de los 50 para que esto suceda, porque la genética, el estilo de vida, el sedentarismo, la pérdida de peso brusco, la sobreexposición solar, son otras causas que pueden contribuir a su aparición (incluso a partir de los 30 años), lo más eficaz es prevenir su aparición.

En la Clínica de Medicina Estética Yolanda Albelda de Santiago de Compostela tenemos tratamientos muy eficaces para esta prevención, a los que podemos recurrir tanto solos, como combinados en un protocolo personalizado. Pero estos días en los que debemos quedarnos en casa por responsabilidad, queremos daros algunas claves para ayudar a mantener los resultados ya obtenidos y para contribuir a frenar la flacidez.

Si sigues estas recomendaciones, mejorarás el aspecto general de tu piel y retrasarás la aparición de los diferentes signos de envejecimiento, en concreto de la pérdida de firmeza de la cara:
– Utiliza siempre protección solar alta. El sol es uno de los principales enemigos de la piel, porque acelera el envejecimiento prematuro de ésta, favoreciendo la elastosis de la piel, la aparición de arrugas y de manchas. Es importante utilizar crema solar todos los días con SFP 50+, y no sólo durante la exposición solar, sino cada vez que salgas a la calle, incluso a hacer la compra y aunque esté nublado.
– Sigue una dieta equilibrada. La falta de nutrientes esenciales en nuestra alimentación diaria como proteínas animales y vegetales de calidad, vitaminas antioxidantes y minerales, puede influir negativamente en el aspecto de nuestra piel y acelerar la aparición de los primeros signos de la edad.
Para evitar que esto suceda, incluye en tu dieta alimentos antioxidantes, imprescindibles para la regeneración celular y para mantener la piel firme.
• La vitamina C, presente en cítricos (naranjas, mandarinas, limones, lima, kiwis, etc) y en alimentos como los pimientos verdes, son imprescindibles para prevenir el fotoenvejecimiento, y frenar la aparición de arrugas y manchas faciales.
• Los ácidos grasos poliinsaturados aportan elasticidad e hidratación a la piel. Los frutos secos (nueces, almendras, pistachos, semillas de girasol, etc), los aceites de oliva, sésamo o lino, contienen elevadas cantidades.
• La vitamina E, presente en semillas de calabaza, nueces, avellanas, almendras, etc., es esencial para aumentar la producción de colágeno.

– Mantén una buena hidratación. Beber de litro y medio a dos litros de agua o infusiones al día, mantendrá el correcto aporte hídrico a nuestra piel, mejorando su aspecto a nivel de hidratación, luminosidad y textura.
– Realiza ejercicio físico a diario. Está comprobado que el ejercicio físico moderado realizado de forma habitual mejora el estado del organismo en general, y contribuye a mantener una adecuada oxigenación y nutrición de la piel, mejorando su calidad.
– Utiliza una cosmética activa y eficaz. Está claro que no todos los cosméticos son iguales y que no todos sirven para todo ni para todos, pero si tenemos un buen asesoramiento profesional y utilizamos aquel que mejor se ajuste a nuestras necesidades, nos pueden ayudar de manera eficaz a combatir la flacidez y a frenar los primeros signos de su aparición.
Es recomendable utilizar cosmeceúticos con principios activos como: vitamina C, alfa y beta-hidroxiácidos, ácido tranexámico, ácido azelaico, retinoides, factores de crecimiento, células madre, proteoglicanos, proteínas como colágeno y elastina, ácido hialurónico, etc. Es importante aplicarlos siempre con movimientos ascendentes, y de la parte anterior del rostro; en el sentido inverso en como se produce el descolgamiento. Debemos hacer hincapié en el óvalo facial y nunca olvidarnos del cuello.
– Realiza ejercicios faciales. Mientras no podamos recurrir a la ayuda de una buena Radiofrecuencia o unos buenos Ultrasonidos que nos ayuden a prevenir el descolgamiento, os proponemos dos ejercicios faciales muy sencillos de realizar (hay muchas alternativas): el primero abrir lo máximo posible la boca y pronunciar lentamente las vocales y, el segundo, inflar las mejillas e ir presionándolas con los dedos índice y medio.
Duerme entre 7 y 8 horas diarias. La falta de sueño influye visiblemente en la calidad y el estado de la piel, que mostrará un aspecto apagado, flácido y envejecido.

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